El miércoles 4 de diciembre, hablamos en Ser Social de la Cadena Ser en Talavera de la Reina, de las adicciones y de la ludopatía que viene por los juegos actuales que se distribuyen para niños y niñas. Y sobre la necesidad de un trabajo desde padres y madres para poder controlar estas adicciones.
Sin querer alarmar demasiados a Padres y Madres, siempre les decimos la misma comparación. ¿Dejarían a su hijo o hija en un descampado donde cada año secuestran a un niño o niña? Pues eso mismo es internet, un descampado, donde nadie vigila, donde nadie controla, y donde cada día hay miles de personas que quieren aprovecharse de la ingenuidad de los niños y niñas.
Vaya por delante que en mi caso, no estoy en contra de los videojuegos, y que he jugado a algunos de ellos, y que en cierta manera, canales o plataformas de series en la actualidad pueden tener cierta adicción, que también pueden caer los pequeños y mayores. Y que este articulo solo quiere poner en alerta a padres y madres en la educación de sus hijos e hijas.
Tengamos a bien que nuestra misión como padres y madres no es satisfacer todas las necesidades que se le presenten a nuestro hijo/a, sino ayudarles a crecer y madurar para que en un futuro puedan hacer una vida libre, independiente y social. Esto conlleva ayudarle a tomar decisiones, y que aprendan a gestionar su vida, su tiempo y su dinero.
¿Qué podemos entender por adicción? Cualquier situación sobre algo que nos nuble toda la razón, y que con ello dediquemos el mayor tiempo a esta adicción y haga que peligre todo lo que nos rodea, y que nos haga descuidar también a nosotros mismos. Y con esto hablamos de una dejadez individual, grupal y social. Desde la individual con nuestra higiene, alimentación, salud, descanso necesario, etc. Y esto podemos verlo en ejemplos como no ducharse asiduamente, e incluso estar tres días sin cambiarse de ropa interior. No comer a horas concretas, y no dedicarle el tiempo y el espacio a la comida, comer delante del juego u ordenador, hacerlo rápido, o no comer todo lo necesario. Hablamos de horarios de dormir “nada sanos” sin hacer un ciclo de sueño completo, como pueden ser 8 horas, o según necesidad, o dormir 8 horas al día en tres tramos. E incluso se ha detectado a niños y niñas que han llegado a hacerse sus necesidades encima por no dejar el juego.
También a pie entre social e individual se posan los estudios, el trabajo, la socialización, el respeto y la tolerancia hacia lo demás. En cuanto a lo grupal, y viendo el grupo más importante y cercano como es la familia, se descuida hacer cosas juntos fuera de la adicción, compartir experiencias, conversaciones, como ha ido el día, ayudar en la casa, en las preocupaciones familiares, e incluso, disfrutar de fiestas familiares como cumpleaños, fiestas religiosas, etc.
Sobre lo social, y aunque parezca que el juego puede ser social, cada vez más se hace el juego en un habitáculo individual, como puede ser nuestra habitación, o nuestro salón, y nuestros amigos y amigas cada uno en su casa, sin contacto físico, sin interacción cercana, y cada uno desde su trono particular. Siendo esto una mala socialización y que entroncaría con la necesidad de aprender habilidades de negociación, persuasión, compromiso, capacidad de diálogo, etc., que son tan necesarias para la vida, para el empleo o incluso para ir a comprar. Esto provoca aislamiento social, e intolerancia al resto de las personas, estoy solo, a nadie debe de complacer.
En fin, solo y como aviso a navegante, creemos que como padres y madres no podemos descuidar la educación de nuestros hijos e hijas, que cuando llegan a Gabinete Social ves que uno de sus problemas reales, es la incapacidad de los padres y madres de poner límites, y eso a veces conlleva que nuestros hijos e hijas se frustren, y vean que la vida no va de conseguir todo a cualquier precio, como si de un juego se tratase.
Gabriel A. Cano
Terapeuta Social, Trabajador Social y Antropólogo.