Como afrontar la adolescencia de nuestros hijos/as y no morir en el intento pudiera ser un buen titulo para un libro donde debiéramos afrontar los miedos de padres y madres sobre tantos y tantos temas que tienen que ver con nuestros hijos, hijas, adolescencia, y todo un mundo por descubrir. Aunque llegado a este punto yo recomendaría leer el libro, y ser cabecero de la cama de Rocio Ramos Paul, “Un extraño en Casa”, libro que mediante casos prácticos nos acerca a los miedos de padres y madres.
Aunque a modo de pequeño articulo, y un empezar diré a padres y madres que parte de que la adolescencia dure tanto, y sea mas o menos traumática en parte es culpa de nosotros, los padres y madres. Ya que la adolescencia es algo que debe venir, es un paso que todos en nuestra vida debemos afrontar, y el éxito de esta etapa viene dado por dos cosas, primera las cosas que llegamos a cuestionar como niños/adultos, y una segunda que es el apoyo de padres y madres.
Para educar en adolescencia, debemos empezar por el principio, y es cuando nuestros hijos/as tienen meses, y debemos empezar a educarles en la frustración, que no es otra cosa que ayudarles a comprender que en esta vida no podrán tener todo lo que deseen, y que para obtenerlo deberán ganárselo. De esta forma les protegeremos mas que si le damos todo, y no aprenden a luchar por ello. Enseñarles a que las cosas se consiguen con esfuerzo, y no vienen del cielo.
A los que son mas adultos, a los que están de pleno en la adolescencia y ahora nos vemos desbordados es mas complejo, pero es simple la acción. Compleja porque no se puede educar de la misma forma, cuando ya han sido educados de forma diferente. Pero a la par sencilla, pues sería de la misma forma. “Ahora crees que tus padres y madres ya no pueden enseñarte, o no comprenden tu mundo, pues “ale” a enfrentarte a él solito.”
Casos de padres y madres que tienen hijos/as de entre 12 y 20 años mi consejo es que su obligación es de darles cobijo, comida, abrigo, amor y educación, pero sobre todo educación y amor. Por ello debemos empezar a cuestionarnos que mas les damos, y que no se ganan con su respeto hacia nuestra persona. Dejar de cuestionarnos como buenos y malos padres/madres, y ver que hizo que nosotros viéramos a nuestros progenitores como buenos.
Yo me acuerdo de todas las prohibiciones, zancadillas, y castigos que unidos a las enseñanzas diarias, a la forma de hacer, a los consejos, y al amor, hicieron que mi padre y madre me educaran.